Yo tengo en estos momentos como seguramente habrás leído un Audi A4 2.5 TDI V6 con 163 CV. Una potencia que la ofrece encima progresivamente aunque mejorada por mi parte con una mayor agilidad y brío en alcanzar en menor tiempo grandes velocidades gracias a una pequeña reprogramación electrónica.
Pero vamos, que también incita a ir tranquilo aunque si deseo estrujar dicha potencia lo que he notado es el alcanzar altas velocidades sintiendo que encima no desfallece en ello.
Tampoco tiene la suspensión que tantas maravillas me produjo con el GS Pallas que tuvo mis padres pasando posteriormente a ser mi primer coche, mucho más cómodo tanto en asientos como en suspensión en referencia al Audi 200 turbo que por aquel entonces tuvo mi tío.
No obstante es un gustazo hacer esas rutas tanto tranquilas como rápidas, y sobre todo con las butacas que como asientos posee al igual que las plazas traseras, cosa que desde luego Citroën ofrece en una amplia gama de sus modelos, no digamos como el tuyo o los C5 de antes, sin contar como repito, los de la época como el GS, DS, CX, SM y Xantia, seguramente algún otro que se me olvida mencionar como el XM.
Yo, personalmente, lejos de la falsedad Premium de muchas marcas, Citroën para mi siempre ha destacado sobre muchas otras marcas siendo generalista.
Ya les gustaría a esas marcas Premium parecerse a la de Citroën, y lo digo yo que tengo uno de esos denominados Premium.
La pena es que los C3 y algunos de los C4 esa originalidad y personalidad de la que antes hacía gala prácticamente todo modelo ha decaído, aunque esto también se hace patente en mi marca, como con una gran mayoría de ellas.
Y más adentrándonos en los aburridos SUVS que hasta Renault ha dejado de producir uno de ellos pese a contar con muy buenos resultados, el Arkana, y para postre otra de sus fantásticas maravillas como mono volúmenes convertidas ahora en otro SUV, para no variar, como el Scenic.
¿Dónde han quedado esos otros majestuosos modelos de Citroën como el Xsara o C4 Pcasso?
Es una pena a dónde está llegando la industria automovilística, sin carisma y sin ganas de diferenciar modelos e incluso marcas.