Llegados al punto, daré mi opinión al respecto.
Personalmente no he comprado ni un solo juego pensando en vender en el futuro. Ninguno. Compro juegos que me resultan atractivos ya sea por género, ya sea por saga, ya sea porque he visto algo que me atrae en él. Compro juegos desde el 2007 aproximadamente y tengo bastantes juegos, a cualquiera -de fuera del mundillo del coleccionismo- que le cuento la cantidad que tengo alucina.
Dicho esto, la verdad es que los videojuegos que yo compraba en 2007/2012 han pegado un fuerte subidón de precio y da la sensación de que en este mundillo todo el monte es orégano, que compres lo que compres el precio va a subir de aquí a unos años y que muchos juegos serán buscados, ya hay gente que dice que la Switch es la nueva Neo Geo o la nueva SNES, otros que si PS Vita es para especuladores que nadie la juega, ahora comprar los Pokemon se ha puesto prohibitivo -para el que le interesen, que yo no he comprado nunca y no voy a empezar ahora- y los precios de N64, esa consola que “tan mal ha envejecido” también ha comenzado a dispararse porque -quien sabe- un famoso youtuber ha empezado a coleccionarla. Hasta la Wii U parece que está empezando a subir de precio y hace cuatro días había quien decía que eso no pasaría nunca porque todo lo interesante estaba ya en Switch.
Ante esta situación a la gente que no le ha interesado nunca tener un videojuego se le puede pasar por la cabeza comprar juegos para revenderlos, puede verse lo que sucedía al principio con la PS5 y Xbox Series X, cuyo stock duraba minutos, si no segundos, o lo que pasa con videojuegos de tirada reducida de webs de juegos limitados como Limited Ruin Games, Strictly Limited o Super Rare Games… lo cual lleva a la gente que realmente va a querer disfrutar de los juegos a frustrarse por no poder conseguir el juego que le interesaba. Pero es que ese efecto llamada está haciendo que cada vez más gente se acerque a los videojuegos, que cada vez haya mayor demanda y que los precios cada vez suban más, sumado a las modas y a las recomendaciones de algunos mediáticos conocidos, lo que hará que cada vez más gente vea que los videojuegos son rentables y acaben convirtiéndose en una posible inversión, igual que pasa con el arte, pasó con la numismática y con la filatelia, pasa con el mundo del motor, con los libros y con los discos, aunque es cierto que se podrían ver algunas diferencias en cada tema, pero lo que está claro es que los videojuegos han pegado un pelotazo desde hace quince años que ha llevado a crecer exponencialmente, de manera que ahora se han convertido en el ocio que más factura del mundo, por encima del cine, algo que hace 20 años era impensable.
Bajo mi punto de vista, yo no invertiré en videojuegos nunca, como decía la principio, compro lo que me parece interesante, para en algún momento jugarlo tranquilamente. Si viviéramos en el mundo feliz en el que los intereses económicos no son lo primero podría ver mal que alguien invierta en videojuegos, pero como vivimos en el mundo que vivimos, viendo cómo estamos entiendo que pase, aunque no me guste, y yo, directamente, no participe de dicha situación. No puedo enfadarme con que la gente invierta en videojuegos, aunque me afecte, porque la gente ya invierte en alimentos, invierte en vivienda, invierte en prácticamente cualquier faceta de la vida, muchas de primera necesidad, así que voy poco a poco con mis colecciones intentando que lleguen a donde me gustaría y lidiando con las vicisitudes que acontecen alrededor, como el interés de los inversores y de los especuladores que rastrean los mercados y buscan comprar todo lo barato para revenderlo posteriormente. Considero que no es justo enfadarse, aunque no guste, porque sea algo que me afecta personalmente, dado que hay mucha otras cosas que son más importantes en la vida y yo no necesito comprar videojuegos para vivir.