Buenas a todos amigos!
Estos días anduve probando algunos juegos de Game Boy en mi everdrive, y hay uno de ellos que realmente me ha hecho reflexionar acerca de su envejecimiento…
Vamos a partir de la base de que este juego se basa gráfica y artísticamente en Donkey Kong Coutry, lanzado para SNES y desarrollado por Rare con unos gráficos prerenderizados coloridos y que suponen el techo técnico de la máquina de 16 bits
Con estas cartas sobre la mesa, puedo imaginarme a los chicos de Rare, charlando en un bar, planeando lanzar un juego del gorila más icónico de los videojuegos en una Game Boy, un sistema de 8 bits con pantalla monocromática…
-Oye tio, ya lo bordamos en SNES, somos Rare no hay ningún sistema de Nintendo que se nos resista. Mira ahora el ladrillo este gris está que lo peta…no hay cojones de sacar nuestro santo grial ahí…
-¿Qué no los hay, dices? Sujétame el cuba…digo cartucho
Dicho y hecho. Los chicos de Rare lograron lo imposible. Desarrollaron unos gráficos para un sistema de 8 bits con unos sprites muy avanzados teniendo en cuenta las limitaciones del hardware dónde fue desarrollado, muy en línea de lo que habían logrado con el sistema de sobremesa de Nintendo comúnmente conocido como el “cerebro de la bestia” .
Años más tarde repetirían la jugada y lograrían la tamaña hazaña de portar el Donkey Kong Country a Game Boy Color, pero eso es otra historia
Basta con ver la pantalla de inicio para darse cuenta de lo grandes que eran Rare a la hora de diseñar sus juegos
29 años después (más o menos) cojo yo mi Game Boy DMG-01, sin modificaciones ni pantalla IPS, la experencia como fué concebido el juego, y sí, es una pasada técnicamente…pero ocurre una cosa. Su fortaleza es al mismo tiempo su mayor debilidad, si lo juegas en el hardware orginal…
Los sprites están tan bien detallados, que a veces noto que me cuesta distinguir los enemigos en pantalla. Además la Game Boy tocha tenía lo que suele llamarse el screen-ghost, o en cristiano, la imagen se emborrona cuando se encuentra en moviento, lo que provoca que algunas veces tampoco seas capaz de distinguir los pequeños detalles de los niveles.
Si lo jugamos en una Game Boy Color (también lo probé ahí) la experiencia mejora considerablemente, al menos para mi. Esta máquina tiene mucho menos screen-ghost que su hermano ladrillo mayor, y lógicamente al estar en color, serás capaz de distinguir mejor las cosas, dando como resultado una experiencia jugable más cómoda y satisfactoria.
Aún así a veces le doy vueltas y digo, jolín, con la cantidad de curro que hay detrás de este juego, con todos esos sprites tan bien diseñados…me da mucha rabia que en el hardware original se me haga a mi tan injugable (en GBC la cosa ya varía). Porque pongo Super Mario Land o Kirby y no se me hacen injugables, pero este en concreto me obliga a forzar mucho la vista
¿alguno de vosotros tuvo esa sensación?