Amante de los videojuegos desde que me regalaron una Super Cobra con unas pocas primaveras en mis espaldas.

Posteriormente me enamoré del Super Mario de NES en casa de un primo y me regalaron por navidades una NASA con múltiples juegos.

Años más tarde me engancho a la Snes, inolvidable la sensación de abrir la consola con 5 juegazos en el día de navidad. Ese día me enamoro del Mr.Nutz.

Desde entonces mi pasión por los vídeojuegos no ha dejado de crecer.