Cuanto más pasa el tiempo, más plataformas se van sumando a los precios altos. Al principio, recién terminada su vida comercial, son consideradas obsoletas y sus juegos interesan a cuatro gatos. Es lo que ha pasado con PS2 hasta hace relativamente poco y aún es posible hacerse con una magnífica colección por un precio reducido, aunque cada vez esto va siendo más difícil. Ahora mismo le sucede a PS360, con juegos tirados de precio y alguna cosa puntual algo más cara, pero ya.
Eso de sensación de generación obsoleta ya le sucedió a las generaciones de 8 y 16 bits cuando Saturn y PS1, más N64 algo después, irrumpieron en el mercado. Ves los catálogos del Centro Mail de la época y sorprende ver el Lufia por 7.000 pesetas en un rinconcito. Y eso era nuevo, así que de segunda mano quien lo tenía poco más que lo regalaba a ojos de hoy en día. A los que nos gustaban esas generaciones obsoletas, pudimos aprovechar los años dorados donde se pillaban juegos por cuatro duros en foros, rastros, tiendas de segunda mano, videoclubes, etc. Pero llegaron los años donde se empezó a tener en cuenta la nostalgia y el propio valor de esos juegos y el precio empezó a subir, aunque nada como la locura que se lleva viviendo en los últimos 5 años y es ahí donde PS1, que mantenía unos precios contenidos, también ha ido convirtiéndose en una plataforma deseada, no en vano fue la primera consola de mucha gente o la consola de su infancia/adolescencia y tiene un catálogo espectacular.
Cierto es que nos es como SNES, y esperemos que así siga, pero los juegos buenos cada vez tienen un precio más alto que, sin ser desorbitado, rara vez baja de los 30-40€ (alguna excepción hay, pero cada vez menos) si los buscas black label y en muy buen estado. Los hay que se han asentado más allá de los 50€ y no bajan, y luego ya está el elenco de títulos que alcanzan las tres cifras y, pese a que en ocasiones se comenta que son apenas un puñado de juegos, a cada día que pasa es menos cierto: Megamanes (que con sagas y subsagas son casi una decena de juegos y ninguno barato), el Castlevania (la edición normal es una pasta, la especial ya juega en la Liga de los Precios Extraordinarios), el primer Alundra, los dos Tombi! (sobre todo el primero), el Klonoa (de los que más han subido de un tiempo a esta parte), el Clock Tower, el Kula World, el famoso Herc’s Adventures y no hablemos ya del RPG, donde títulos como los dos Suikoden (sobre todo el 2), The Legend of Dragoon, SaGa Frontier II o Vandal Hearts II en sus versiones españolas obligan a grandes desembolsos. Y es que, con el tiempo, nuevos títulos se irán sumando al temido club de las tres cifras, quedando de momento en un grupo que no suele bajar de los 80€. Por supuesto, meterse en títulos americanos a estas alturas también es tener que soltar billetes y billetes, aunque sus ediciones son preciosas