Nos ponemos histéricas porque critican que nos gastemos cienes de euros en un suikoden 2 pero ponemos a parir a los que se gastan sus jurdeles en coches, camisetas deportivas o incluso en los mismos videojuegos (pero claro, videojuegos que yo no compraría, off course…)
De esto sólo se puede sacar una conclusión, cuñados hay en todos los ámbitos, y el coleccionismo de videojuegos no es una excepción.
Al final, para mí, lo más importante es que me la suda lo que piensen los demás de lo que compro o dejo de comprar, de igual modo que me la sopla en lo que los demás se gasten el dinero.