Allá por los inolvidables e irrepetibles 90´s, los videojuegos empezaban a despegar de una manera espectacular. Poco a poco fueron pasando de ser vendidos en los departamentos de juguetería de los centros comerciales a tener su propio espacio, su propio mundo dentro de esas tiendas.
Era la época de la EGB (educación general básica) que durante décadas fue el sistema educativo que tuvimos en España. Una época donde disfrutabamos de los inicios de las cadenas privadas de televisión como Antena 3, Telecinco o Canal + (con sus inolvidables imágenes codificadas solo para abonados y que muchos viernes o sabados por las noches uno intentaba ver algún programa “educativo” de los que emitían a esas horas).
Pues en aquellos años donde España se preparaba para las inolvidables citas como fueron la Expo de Sevilla o las olimpiadas de Barcelona 92, apareció un sin fin de diferentes formas de merchandising y anuncios publicitarios de las diferentes marcas de videojuegos que dominaban el sector, sobretodo de “Sega” y “Nintendo”.
Una de las estrategias comerciales fue la de incluir en diferentes productos destinados a los niños, artículos, regalos, dibujos, pegatinas y en este caso del que voy a hablar ahora; “Cromos” que se pegaría a su poster correspondiente a modo de album.
Así “SEGA” llegaría a un acuerdo comercial con la marca “Panrico” y más concretamente con su “Bollycao” para incluir en los famosos bollos industriales rellenos de crema de cacao, unos cromos a modo de los albunes de fútbol, que serían las caratulas de 60 juegos de la marca y que incluirían titulos de las 3 consolas de “Sega” de esos años (Game Gear, Master System y Mega Drive).
Esa promoción que tuvo el largo nombre de “Bollycao, te ofrece las 60 mejores aventuras de SEGA”. Incluiría aparte de 60 cromos a modo de pegatinas diferentes, un poster donde poder pegar y completar tu colección de cromos. Ese poster que tenía unas medidas de 87 x 69 cm, y tenía espacio para pegarle los 60 cromos correspondiente.
Esta no fue la única vez que “Sega” y “Bollycao” se unirían para regalar cromos. Posteriormente y ya sin cromos se haría una segunda hornada de ellos llamada “Novedad 92” y que ya no solo incluiría caratulas de juegos sino también dibujos de “Sonic”, como un “Sonic” enamorado, uno llevando unos skies, otro tomando el sol, etc…
Y además en esta nueva segunda tirada de cromos, se incluirían cromos con premio directo de relojes de “Sonic” y además y como algo totalmente increible para la idea de los niños de aquellos años, el sorteo de una “Mega Drive” con el novedoso y todavía ni siquiera lanzado “Mega CD”. Es decir, regalaban un “Mega CD” antes incluso de salir oficialmente en España…
Este sorteo sería reuniendo puntos y enviandolos por correo, esos puntos eran el reveso de los cromos que se quitaba para poder pegarlos.
Esos segundos cromos, serían más largos e incluirían en la parte donde tendrían los puntos para el sorteo, un dibujo de “Sonic” donde muchos de ellos llevarían letras, concretamente todas las letras del abecedario y con ellos poder poner nuestros nombres o de quien quisieramos en las carpetas, mochilas o donde fuese.
En definitiva, estos cromos son parte de los recuerdos de la infancia de miles de jugones que vivimos esos años donde la pelea entre las 16 bits e incluso las 8 bits y las portatiles de las principales compañías de videojuegos del momento estaba en pleno auge.