Coge un café, relájate y define que es para ti...¡¡la NES!

Pero funciona los juegos PAL como el Asterix o el Battletoads que son injugables y llenos de errores en consolas liberadas? Porque entonces ya no va todo el catálogo aunque si el 95% igual…

Si los juegos que no van y son sólo PAL no te gustan, no es mala, si no sigues teniendo que tener a mayores otra opción para jugarlos.

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Píllate una de con mod y otra sin y arreglao :smile:

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@giru85 en efecto, esa sería una gran opción. Aunque la unidad de la cuál dispongo es una Famicom “normal” pero quedaría bien igualmente con el mod RGB realizado del australiano

Otra opción muy buena sería la Sharp Twin Famicom, que ya viene incluído en ella el Disk System.

La AV lo bueno que tiene es que los mandos se pueden desacoplar, y el que viene con ella, similar al mando de la SNES, tiene fama de ser más ergonómico

@adrimayo ese dato es muy importante. Porque al tener un procesador diferente, eso genera incompatibilidades con los juegos que fuero diseñados específicamente para el PAL 50 Hz. Realmente entiendo que lo que hace el mod es hacer un overclocking o directamente les ponen el procesador de las NES USA. Pero también a su favor, tienes la posibilidad de cargar juegos de esa región, ganas en unas cosas y pierdes en otras

De todas maneras como dice @Yago siempre se puede hacerse con una unidad pelada :stuck_out_tongue_winking_eye: para esos títulos

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Todo comenzó allá por los albores de los noventa, concretamente a finales del año 1990, cuando a uno de mis amigos, que vivía justo en el piso de debajo, le regalaron por su cumpleaños una consola de videojuegos, en concreto la Amstrad GX4000. Sí, fue uno de los 15.000 seres humanos que apostaron por esta consola durante su ridícula vida comercial de apenas un año, ya que fue descontinuada en 1991. Yo jamás había visto ni probado una consola, por lo que quedé maravillado ante tan increíble aparato y, durante los meses siguientes, disfruté mucho cada vez que bajaba a casa de mi amigo y poníamos la consola. Solo tuvo dos juegos, un juego de coches llamado Burnin’ Rubber que venía incluido con la consola, y el Copter 271, una suerte de 1942 de Hacendado protagonizado por helicópteros y que nos encantaba porque permitía jugar a dobles simultáneos.

Toda esta chapa sirve para explicar cómo fui conquistado por el fascinante mundo de los videojuegos, de manera que, pasado un tiempo, empecé a decirles a mis padres que yo también quería una consola. Pasaron los meses y al final el mensaje acabó calando, de manera que, para mi Primera Comunión, mi regalo sería una consola. Aquello fue mayo de 1992 y mis padres optaron por regalarme una NES en su edición Super Set, que incluía el multitap para cuatro jugadores (el llamado Four Score), cuatro mandos y el célebre cartucho 3 en 1 formado por la tríada Super Mario Bros., Tetris y Nintendo World Cup. Todavía guardo en mi memoria el momento en el que mi padre logró sintonizar la consola en la televisión y apareció su menú de elección de juego. A partir de ese momento, pude disfrutar a fondo de mi flamante consola y el flechazo fue instantáneo. El Super Mario me parecía excelente, el Tetris era entretenido y desafiante y el Nintendo World Cup me resultaba apasionante y muy divertido.

Por entonces yo no sabía nada de videojuegos, de ahí que no fuese ni consciente de que en poco más de un mes de mi Comunión iba a salir al mercado su sucesora, la Super Nintendo. Esa la conocí más adelante, cuando algunos compañeros del colegio la empezaron a tener. Aunque la anhelé también, me acabé topando con aquella devastadora e implacable sentencia paternal: Si ya tienes una consola, ¿para qué quieres otra? De todas formas, aquello me permitió centrarme al cien por cien en mi NES, ir ampliando poco a poco los juegos, en lo que fue el inicio de mi colección, y conocer más juegos gracias al otrora habitual intercambio de juegos con amigos o las no menos frecuentes visitas al videoclub los fines de semana.

Mi salto posterior a PSX en 1999, que pagué tras ahorrar el dinero necesario, supuso un salto tecnológico en mi vida de amante de los videojuegos. Llegaron las 3D, los gráficos prerrenderizados y los vídeos CG, pero nunca olvidé mi NES. Se fue al pueblo y allí siguió amenizando esas largas tardes de verano durante varios años y, aunque durante un tiempo solo compraba juegos de PSX, llegó la época en la que los juegos de NES estaban prácticamente regalados y aproveché las liquidaciones de un par de videoclubes para llevarme juegos completos por cuatro duros. Más adelante vendrían los foros y las tiendas de segunda mano en aquella época dorada donde los juegos retro eran considerados basura obsoleta y prácticamente se vendían al peso, con lo que pude consolidar y ampliar notablemente mi colección de NES.

No en vano, aunque al final mi colección está formada por juegos de diferentes consolas, las dos que siguen marcando mi trayectoria y vida como aficionados a los videojuegos son la PSX, que fue la consola de mi adolescencia, y la NES, que fue la de mi infancia, siendo las dos para las que más títulos tengo y a las que, como es normal, más juego a lo largo del año.

Y esta es mi historia con la NES. Perdón por el tocho :sweat_smile:

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Que bonita historia tío! Que mítica frase de “ya tienes una para que quieres otra?” Jajajajaja

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