Pagar más por jugar: por qué podrían subir los precios de los videojuegos en 2023

La industria del videojuego ha tenido que enfrentarse últimamente a una difícil verdad: los precios del hardware y el software están subiendo.

En el último año, Ubisoft, Take-Two , Xbox y Sony han anunciado formalmente un aumento del precio de los juegos de 70 a 80 euros, y otros editores AAA como Activision Blizzard, EA, Square Enix y Warner Bros. han seguido su ejemplo discretamente con juegos como Call of Duty: Modern Warfare 2, Star Wars Jedi: Survivor, Final Fantasy XVI y Gotham Knights. En cuanto al hardware, PlayStation 5 aumentó de precio a principios de 2022 en varias regiones.

¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué suben los precios? ¿Y seguirán subiendo en 2023?

En resumen, sí: es probable que los precios de los juegos sigan subiendo. Pero la respuesta, como siempre, es un poco más complicada. Hay muchos factores contradictorios en juego, desde la historia de los precios de los juegos hasta la inflación, pasando por el panorama general de los juegos, en el que los consumidores tienen percepciones muy diferentes sobre el valor de un juego de 70 euros frente a uno de 20.

Así que si te preocupan los aumentos de precio o simplemente quieres saber un poco más sobre por qué vas a pagar 80 euros por Redfall el año que viene, merece la pena que conozcas un poco mejor el panorama de los precios de los juegos y lo que puedes esperar el año que viene.

Una de las claves para entender por qué los precios de los videojuegos parecen estar subiendo es que, aunque el aumento a 80 euros de los juegos AAA es ostensiblemente un aumento de precio, tampoco es realmente un aumento si lo comparamos con la inflación y los precios históricos. GamesIndustry.biz publicó recientemente un excelente análisis de lo que está ocurriendo, que a su vez se basa en otro excelente análisis de TechRaptor de 2020 sobre cómo han cambiado los precios de los videojuegos desde la década de 1970. Recomiendo encarecidamente la lectura de ambos artículos para obtener una buena visión general de este asunto, pero la versión resumida es que, en relación con la inflación, los juegos son en realidad mucho, mucho más baratos de lo que solían ser . Nintendo Entertainment System, por ejemplo, costaba 179,99 dólares en su lanzamiento y un juego medio costaba 45 dólares. Pero si se ajusta a la inflación en 2020 (como hizo el artículo de TechRaptor), NES costaría 432,71 dólares y los juegos una media de 108,18 dólares. Y NES no es una excepción: todas las consolas antiguas y sus juegos han seguido esta tendencia, en la que los juegos y las consolas se han ido “abaratando” gradualmente con el tiempo, aunque el precio en sí parezca más caro. Como señaló el analista principal de Omdia, Liam Deane, si los precios de los juegos hubieran aumentado con la inflación desde 1990, ahora costarían más de 90 euros cada uno.

Esto explica una de las razones por las que se producen subidas de precios como las que estamos viendo ahora. Pero además, la fabricación de videojuegos es cada vez más cara. Cuando pregunté al Dr. Serkan Toto, de Kantan Games, por qué los precios de los juegos pasaban de 70 a 80 euros, me respondió que las empresas “no tienen otra opción”. Me señaló los comentarios del año pasado del antiguo jefe de PlayStation, Shawn Layden, en los que decía que los juegos de PlayStation 4 que él había ayudado a sacar al mercado costaban al menos 100 millones de dólares cada uno, y predijo que los de PS5 costarían 200 millones o más.

Y tiene sentido que así sea. Rhys Elliott, de Newzoo, señaló que el equipo principal de desarrollo de Assassin’s Creed 2 en 2009 estaba formado por (aproximadamente) 450 personas. Assassin’s Creed Valhalla en 2020 necesitó más de 1.000 personas en 17 estudios diferentes. Eso son muchos sueldos, paquetes de beneficios, equipos y mucho más que pagar. Según las estimaciones del periodista Jason Schreier en 2017, crear un videojuego AAA costaba entonces, aproximadamente, unos 10.000 dólares por persona y mes. Suponiendo que esa cifra no haya crecido desde entonces (seguramente sí), eso supone unos 10 millones de dólares al mes por un juego que tarda mucho más en hacerse que antes. Y eso sin incluir todos los demás gastos de creación de juegos, como la tecnología cada vez más cara que se utiliza para hacerlos, los gastos de marketing y distribución en ciclos de marketing cada vez más largos, y todo lo demás, como pagar el espacio del stand en el E3, mantener las cañerías en funcionamiento en la oficina, las comidas y jubilaciones de empresa, etcétera.

En vista de todo esto, resulta sorprendente que los juegos no se hayan encarecido aún más. ¿Por qué no han subido antes los precios de forma más drástica? Elliott ofrece una teoría:

“La respuesta es que durante mucho tiempo han compensado estos costes crecientes con DLC y microtransacciones, reforzando las ventas de juegos premium con compras más pequeñas (potenciadores y cosméticos dentro del juego), así como con expansiones de contenido más sólidas”, dijo. “En pocas palabras: la industria se ha sostenido con nuevos métodos de monetización y estrategias de servicio en vivo junto a los clásicos lanzamientos premium. Las suscripciones a contenidos, como Xbox Game Pass y PlayStation Plus son otro factor a tener en cuenta.”

Esto explica una de las razones por las que se producen subidas de precios como las que estamos viendo ahora. Pero además, la fabricación de videojuegos es cada vez más cara. Cuando pregunté al Dr. Serkan Toto, de Kantan Games, por qué los precios de los juegos pasaban de 70 a 80 euros, me respondió que las empresas “no tienen otra opción”. Me señaló los comentarios del año pasado del antiguo jefe de PlayStation, Shawn Layden, en los que decía que los juegos de PlayStation 4 que él había ayudado a sacar al mercado costaban al menos 100 millones de dólares cada uno, y predijo que los de PS5 costarían 200 millones o más.

Y tiene sentido que así sea. Rhys Elliott, de Newzoo, señaló que el equipo principal de desarrollo de Assassin’s Creed 2 en 2009 estaba formado por (aproximadamente) 450 personas. Assassin’s Creed Valhalla en 2020 necesitó más de 1.000 personas en 17 estudios diferentes. Eso son muchos sueldos, paquetes de beneficios, equipos y mucho más que pagar. Según las estimaciones del periodista Jason Schreier en 2017, crear un videojuego AAA costaba entonces, aproximadamente, unos 10.000 dólares por persona y mes. Suponiendo que esa cifra no haya crecido desde entonces (seguramente sí), eso supone unos 10 millones de dólares al mes por un juego que tarda mucho más en hacerse que antes. Y eso sin incluir todos los demás gastos de creación de juegos, como la tecnología cada vez más cara que se utiliza para hacerlos, los gastos de marketing y distribución en ciclos de marketing cada vez más largos, y todo lo demás, como pagar el espacio del stand en el E3, mantener las cañerías en funcionamiento en la oficina, las comidas y jubilaciones de empresa, etcétera.

En vista de todo esto, resulta sorprendente que los juegos no se hayan encarecido aún más. ¿Por qué no han subido antes los precios de forma más drástica? Elliott ofrece una teoría:

“La respuesta es que durante mucho tiempo han compensado estos costes crecientes con DLC y microtransacciones, reforzando las ventas de juegos premium con compras más pequeñas (potenciadores y cosméticos dentro del juego), así como con expansiones de contenido más sólidas”, dijo. “En pocas palabras: la industria se ha sostenido con nuevos métodos de monetización y estrategias de servicio en vivo junto a los clásicos lanzamientos premium. Las suscripciones a contenidos, como Xbox Game Pass y PlayStation Plus son otro factor a tener en cuenta.”

Otro punto que merece la pena mencionar es que muchos juegos ya son mucho más caros que 80 euros, y la gente paga gustosamente por ellos. Como me señaló Mat Piscatella, analista de NPD, cuando le pregunté por los aumentos de precio de los juegos, ya tenemos ediciones de lujo, plata, oro, coleccionista y otras que se venden por mucho más y tienen mucho éxito, aunque suelen incluir paquetes adicionales para incentivar esas compras.

Mientras tanto, los juegos tienen cada vez más descuentos importantes al año de su lanzamiento. Un rápido vistazo a Steam mientras redacto este artículo revela rebajas en lanzamientos recientes como Sonic Frontiers, Call of Duty: Modern Warfare 2, Marvel’s Spider-Man Remastered y Uncharted: Colección Legado de los Ladrones. Aunque dos de ellos son técnicamente reediciones de juegos antiguos, se puede echar un vistazo a Steam prácticamente cualquier semana (y especialmente durante las grandes rebajas de Steam) para ver ejemplo tras ejemplo de esto. La tríada de consolas no es tan generosa con sus grandes rebajas como suele serlo Steam, pero aún así se pueden encontrar importantes descuentos en juegos first-party de Xbox y PlayStation varias veces al año. Nintendo es la única gran excepción, pero sus juegos siguen costando 60 euros… por ahora.

Dicho esto, es comprensible sentirse frustrado cuando suben los precios de los juegos, porque los salarios no han seguido el mismo ritmo para mucha gente. Por eso, cuando un producto de ocio que ya resultaba caro sube 10 euros más, resulta doloroso a nivel individual, aunque la lógica económica lo justifique. Y recientemente, una serie de complejos factores económicos han dado lugar a una inflación especialmente severa que ha disparado el precio de todo aparentemente de golpe, haciendo que el aumento de 10 euros se sienta como una patada añadida en la entrepierna.

Es poco probable que desaparezcan estas subidas de precios sobre el papel. De hecho, es probable que en los próximos meses y años haya más empresas que sigan su ejemplo.

Mientras la gran mayoría de las grandes empresas de videojuegos han aumentado los precios de sus juegos más importantes, el puñado de grandes compañías que aún no lo han hecho no han cerrado la puerta a la idea. Esto se aplica tanto al software como al hardware. Aunque Microsoft dijo en agosto que no tenía planes de aumentar el precio de venta sugerido de sus consolas, los comentarios de Phil Spencer, jefe de Xbox, indican que no está del todo descartado. Nintendo se encuentra en una situación similar con Switch. Tanto Toto como Elliot me dijeron que no les sorprendería que Xbox subiera los precios de sus consolas en 2023.

Deane no estuvo de acuerdo y sugirió que no creía que Xbox necesitara necesariamente aumentar los precios de sus consolas.

“Microsoft ha estado aplicando una estrategia de precios bastante agresiva últimamente, sobre todo con Series S, que ha estado ofreciendo con grandes descuentos en muchos mercados”, afirma Deane. “La cuota de mercado es el nombre del juego para Microsoft y no van a arriesgar una oportunidad de oro para recuperar terreno frente a Sony por un poco de ingresos extra de hardware a corto plazo”.

Ninguno de los tres piensa que Nintendo fuera a subir los precios de Switch a estas alturas de su ciclo de vida, aunque tanto Deane como Toto señalaron que es probable que los nuevos modelos tengan precios más altos.

Mientras tanto, en lo que respecta a los precios del software, solo un puñado de editores AAA siguen resistiéndose al tope de 70 euros y, por cierto, las más destacadas son todas compañías japonesas: Nintendo, Bandai Namco, Sega y Capcom.

Nintendo se ha quedado atrás con respecto a Xbox y Sony a la hora de subir los precios de sus juegos. Nintendo ha mantenido sus juegos de Switch a ese precio desde Wii U en 2012, pero también ha sido la más notoria de las tres compañías por rara vez poner sus mayores títulos first-party en grandes descuentos incluso años después del lanzamiento. Con estos antecedentes, es bastante probable que Nintendo mantenga el precio de 59,99 euros para sus juegos first-party durante el resto del ciclo de vida de Switch. Y, lo que es más prometedor, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ya tiene pedidos anticipados a 59,99 euros, lo que significa que es muy probable que Nintendo mantenga este precio durante un tiempo más. Pero dada la trayectoria de sus competidores, deberíamos estar preparados para que Nintendo iguale pronto a Xbox y Sony, quizá junto con el lanzamiento de su próxima consola.

En cuanto al resto de los grandes editores, es probable que sus inevitables subidas de precios se produzcan sin grandes alardes. EA, Square Enix y Warner Bros. realizaron sus subidas de precio el año pasado casi en la sombra, limitándose a retirar los pedidos anticipados al nuevo precio sin hacer grandes declaraciones ni dar explicaciones. Por supuesto, si compañías como Bandai Namco, Sega y Capcom quieren hacer lo mismo, tendrán que hacerlo coincidir con un lanzamiento lo bastante importante como para justificarlo. En el caso de Capcom, lo más natural sería Street Fighter 6, pero dado que actualmente se puede reservar a 70 euros, Capcom podría estar dispuesta a aferrarse al precio anterior un poco más que la mayoría. Bandai Namco, por su parte, tiene Armored Core VI para 2023, que parece un candidato probable para un precio de 80 euros. En cuanto a Sega, Like a Dragon: Ishin! está firmemente en 70 euros para pedidos anticipados, pero el próximo Like a Dragon 8 en 2024 podría empujar al editor al territorio de los 80 euros con el resto.

“Lo más probable es que los gigantes japoneses lleven tiempo discutiendo la subida de precios de su software en Occidente”, me dijo Toto cuando le pregunté por los desarrolladores mencionados. “Square Enix ya hizo girar cabezas el año pasado cuando dijeron que querían 80 euros por la versión de Steam de Forspoken. No creo que todos los videojuegos fabricados en Japón vayan a costar 80 euros en el futuro, pero los jugadores deberían hacerse a la idea, seguro.”

Deane señaló que, aunque era difícil hacer predicciones sobre editores concretos, sí creía que había otras formas de colar subidas de precio a los consumidores sin la fanfarria de aumentar el coste general de los juegos AAA.

“Una gran pregunta es: ¿hasta qué punto han cambiado sus modelos de negocio de la venta de juegos completos al DLC y las microtransacciones?”. plantea Deane. “Es mucho más fácil subir los precios de esos juegos tranquilamente porque no hay una marca psicológicamente importante de 70 euros a la que los consumidores estén anclados. Así que algunos editores podrían decidir mantener los 70 euros y subir discretamente otros precios”.

La buena noticia de todo esto es que no todos los juegos van a costar 80 euros, del mismo modo que ahora no todos los juegos cuestan 70 euros. Todos los grandes editores lanzan cada año juegos que no son éxitos de taquilla a precios más bajos, o utilizando modelos de negocio alternativos como free-to-play, servicios de suscripción y similares. Pero aunque seguirán existiendo juegos de 20, 30, 40, 50 y hasta 60 euros, si la línea superior sube, es probable que los precios medios por debajo también vayan subiendo poco a poco con el tiempo.

Es posible que esa situación empiece a reflejarse pronto en la escena indie. El consultor de marketing de videojuegos Chris Zukowski publicó a principios de este año un fascinante análisis del precio medio de todos los juegos lanzados en Steam desde 2006, y desglosó las medias por juegos AAA y juegos indie. Antes de 2012 más o menos, los juegos AAA e indie en Steam tenían aproximadamente el mismo precio. Pero a partir de entonces, los precios de los juegos AAA han subido, mientras que los indie se han mantenido estancados. Tanto Zukowski como la gente de VGInsights han llegado a conclusiones similares, instando a los desarrolladores independientes a subir el precio de sus juegos, ya que todos los datos parecen indicar que subir de 5 a 10 euros o de 10 a 20 euros no afecta demasiado a las ventas totales. Aunque los datos no indican que los juegos independientes sean cada vez más caros, Zukowski señaló en Twitter que varios juegos independientes a finales de 2022 se lanzaron a 30 euros o más: Choo-choo Charles y Dwarf Fortress son solo dos ejemplos.

Dada la situación económica, el aumento de los precios de los juegos AAA y el creciente conocimiento de los precios de los juegos, es posible que los desarrolladores independientes empiecen a apostar por juegos más caros.

Así que, ¿dónde nos deja eso a los que seguimos sintiéndonos aprensivos a la hora de pagar 80 euros, varias veces al año, para estar al día de los últimos juegos? Afortunadamente, tenemos otras opciones. En medio del aumento de los precios de los juegos, también hemos visto el auge de servicios de suscripción como Xbox Game Pass, Ubisoft+, EA Play, PlayStation Plus y otros que ofrecen juegos gratis o con descuento por un módico precio mensual. Por supuesto, cada uno tiene sus preferencias al respecto; por ejemplo, no es de mucha ayuda para los grandes fans de los juegos de Nintendo. Pero los servicios de suscripción pueden aliviar la carga de tener que pagar por cada juego que quieras probar.

Desgraciadamente, al menos uno de esos servicios de suscripción (y posiblemente el más sólido) también podría ir camino de una subida de precios. Durante la misma conversación en la que sugirió que los juegos de Xbox serían más caros, Phil Spencer también insinuó que Xbox Game Pass podría hacer lo mismo. Hace tiempo que se rumorea que Xbox está considerando la posibilidad de abandonar su suscripción básica y ofrecer a su público una suscripción más cara. Los rumores aún no se han hecho realidad, pero combinados con los comentarios de Spencer parece más probable que nunca que veamos un cambio de algún tipo en el nuevo año.

Toto y Elliott piensan lo mismo. Cuando le pregunté a Toto por Game Pass, dijo que era el “principal candidato” para un aumento de precio, sobre todo si llegan más éxitos de Bethesda en el nuevo año. Y Elliott señaló que Xbox ha estado preparando a los clientes para esto desde hace algún tiempo, haciendo hincapié en las características de Game Pass como la nube, el PC y (a través de la posible adquisición de Activision Blizzard) el eventual juego móvil.

Deane volvió a tener una opinión ligeramente diferente. Aunque él también esperaba subidas de precios en los servicios de suscripción, no creía que fueran tan directas como yo sugería, sobre todo después del “desastroso” intento de Microsoft de aumentar el precio de Xbox Live Gold en 2021.

“Empresas como Netflix han introducido nuevos niveles para justificar subidas de precios, o han introducido niveles más bajos para dar más opciones a los consumidores”, afirma Deane. “Con Game Pass, Microsoft se ha centrado hasta ahora en adquirir usuarios de forma agresiva. Game Pass y Game Pass Ultimate siguen a sus precios de lanzamiento originales, pero inevitablemente, cuando Microsoft cambie su enfoque hacia la rentabilidad, los precios tendrán que subir. Creemos que lo más probable es que esto se produzca en forma de una nueva suscripción a Game Pass de nivel superior. En el otro extremo del espectro, esperamos que en 2023 Microsoft empiece a probar un nivel de Game Pass más barato, solo en la nube. Más adelante, también podríamos ver cómo Xbox sigue el ejemplo de Netflix y utiliza la publicidad para hacer más asequibles los niveles básicos”.

Por otro lado, creo que es poco probable que Sony haga algo parecido con PlayStation Plus por la única razón de que acaba de renovar el sistema a principios de 2022. Aunque no se descarta un aumento de precio, es mucho más probable que Sony haya planeado que la nueva estructura de PlayStation Plus se mantenga durante al menos unos años y, desde luego, conociendo las condiciones económicas actuales.

¿Y Nintendo? A 20 euros por la funcionalidad online y un puñado de juegos retro, es probable que ese servicio no vaya a ninguna otra parte en cuanto a precios, ni se convierta por arte de magia en un nuevo vehículo de juegos gratuitos en un futuro próximo.

En resumen, es probable que las cosas sigan encareciéndose en 2023. Es un consuelo frío, lo sé, escuchar que en realidad los juegos son más asequibles que nunca debido a la inflación. Al fin y al cabo, 80 euros siguen siendo más que 70, y es especialmente impactante cuando juegas con un presupuesto limitado o cuando hay demasiados juegos AAA interesantes en un mismo año como para comprarlos todos, incluso si eres conservador y esperas a las grandes rebajas de Steam para hacerte con unos cuantos.

Al menos por ahora, es poco probable que los precios de los juegos suban más de 80 euros. Los informes de principios de año indicaban que Sony planeaba aumentar los precios de los juegos por encima de los 80 euros, pero el director ejecutivo de SIE, Jim Ryan, afirmó que eran “categóricamente falsos”. Aunque dejó abierta la posibilidad de que los precios volvieran a subir en el futuro, dada la atroz óptica de hacerlo inmediatamente después de este aumento de 80 euros, es poco probable que veamos otra subida a corto plazo. Es el tipo de situación en la que, si un gran editor intentara hacer algo así, todos sus competidores saldrían inmediatamente en tropel para presumir de mantener sus precios estables, una ola de mala prensa que ninguna empresa estaría dispuesta a soportar.

Y Deane señaló que, aunque no se descartan futuras subidas de precios, el aumento de los costes de desarrollo de los AAA significa que los editores están buscando otras formas de ganar dinero que no dependan del modelo de compra de 70/80 euros. El modelo de precios del futuro son los pases de batalla, las microtransacciones y similares.

“O al menos quieren apuntalar sus ingresos hasta que puedan venderse a Sony o Microsoft (o quizá a algún otro gigante tecnológico como Amazon o Apple)”, concluye Deane.

Otro aspecto positivo de todo esto es que, por muy mal que puedan sentar los aumentos de precio, los juegos que obtenemos por ese dinero son en gran medida mejores que nunca en todos los aspectos. Y, como concluía Elliott en nuestra correspondencia por correo electrónico, no todos los juegos costarán 80 euros. De hecho, la mayoría no lo harán.

“Las lecciones aprendidas con la llegada del free-to-play a los móviles han hecho que títulos que antes habrían sido juegos premium AAA ahora sean free-to-play”, afirma. "…En pocas palabras: la industria se ha sostenido con nuevos métodos de monetización y estrategias de servicio en vivo junto a los clásicos lanzamientos premium. Las suscripciones a contenidos, como Xbox Game Pass y PlayStation Plus, son otro factor a tener en cuenta.

“Todas estas opciones y puntos de entrada a los juegos significan que, en nuestra opinión, un precio de 80 euros para todos los juegos premium es un concepto absurdo”.

Puede que la subida de precios sea inevitable, pero no faltan opciones para disfrutar de juegos excelentes y más baratos. Los servicios de suscripción, la búsqueda de juegos más baratos que no sean necesariamente superproducciones AAA de gran presupuesto y los grandes descuentos en las rebajas de Steam pueden aliviar un poco el creciente gasto.


Artículo original de Álex Pareja y Rebekah Valentine aparecido en www.ign.com el 12-02-2023

Es un tochazo pero me ha parecido muy interesante, ¿Qué opináis de esto? ¿Volveremos a tener que ser selectivos en la compra de nuevos juegos? ¿Volveremos a esos tiempos de un juego por el cumple y otro por Navidades? :sweat_smile:

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A mi no me afecta que ando con PS2, desde la cube no compro consolas de salida. Ando un par de generaciones atrás.

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Me espero a que bajen y ya

me espero a que se puedan piratear las consolas

Yo no juego, solo acumulo juegos mohosos.

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Indie rules!

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Yo de momento con la Switch me conformo he tenido oportunidades de pillar la Ps5 pero esque no me apetece, de momento con la Ps4 bien.

Con Ps3 y Ps Vita desubrí dl incentivo de los trofeos, a mi no ne gusta jugar online, pero pagar para sacarme trofeos pues no. Al final en Ps4 pasaba más dias de online sin usar que usados.

Así que ya bajará de precio o que saquen otro modelo. Nunca me he sentido desencantado con una consola de Sony como ahora, será la edad jeje.

No es sostenible hacer pelijuegos de 200 millones

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Mira, ¡eso es una idea!
¡Que nos cobren 80€ pero que nos dejen jugar en una sala de cine!