El videojuego clásico, el videojuego actual y las nuevas generaciones de jugadores

En apenas unos meses, todos los aficionados al sector del videojuego hemos podido disfrutar de las principales ferias nacionales dedicadas tanto a la industria del videojuego actual como, en menor medida, al videojuego clásico. Ferias como la Madrid Games Week o la ahora conocida como Nice One Barcelona, entre muchas otras, juntan en sus pabellones a todo tipo de usuarios, desde las nuevas generaciones de jugadores hasta muchos de los que ya vamos peinando canas y hemos visto, para bien o para mal, cómo ha ido evolucionando el sector.

Si bien es cierto que, dejando a un lado el tema de los más que evidentes avances a nivel técnico, la industria como tal había seguido una línea en cuanto a su evolución bastante recta (por decirlo de alguna manera) en los últimos años con la llegada de los eSports y la difusión y popularización del juego masivo en línea ha sido cuando hemos podido ver cómo el sector ha sufrido una revolución bastante grande, tanto en la mecánica y forma de jugar a muchos nuevos títulos como también en los propios jugadores.

Parece que ha pasado poco tiempo pero el juego online lleva entre nosotros bastante más años de lo que pueda parecer (fue en 1999 cuando la consola que democratizó en juego online en sistemas domésticos, Dreamcast, llegó al mercado) aunque como es lógico le costó tiempo arrancar e irse popularizando entre los usuarios. Pese a ser un tipo de juego ya más que asentado, no ha sido hasta estos últimos años y gracias a (o por culpa de, según la percepción del lector) juegos como Fortnite o League of Legends se ha abierto una gran brecha generacional entre jugadores.

Hoy no quiero a hablar de míticos juegos multijugador como Quake 3 Arena, Counter Strike o Unreal Tournament con los que muchos disfrutamos de nuestras primeras partidas en línea, ya fuera en la comodidad de nuestra casa desde nuestro flamante PC con módem de 56kbps o desde el cyber de moda en nuestro barrio, si no que quiero poner el foco en todos esos jugadores que se pasan horas viendo a través de twitch o youtube cómo sus gamers favoritos juegan desde su casa a títulos de nombres casi impronunciables y ganan miles de euros gracias a ello. Hoy los niños ya no quieren ser futbolistas o pilotos, hoy quieren ser youtubers o jugadores de eSports.

Meses atrás saltaba la noticia de que el famoso Fortnite superaba la meritoria barrera de los 200 millones de jugadores. Impresionante dato que vino a terminar de abrirme los ojos sobre un tema que lleva tiempo dando vueltas en mi cabeza. Año tras año, y al ir acudiendo a las diferentes ferias del sector, el espacio dedicado a todo lo relacionado con los eSports ha ido creciendo de forma exponencial. Pero este año, y concretamente en la Madrid Games Week, todo ha sido diferente. Me impresionó bastante ver como, minutos antes de la apertura de la feria, y mientras todos los profesionales iban accediendo a los pabellones, muchos chavales (bastante jóvenes, la mayoría no superarían los 16 o 17 años) se agolpaban junto a la puerta para jalear y animar a los miembros de los equipos de eSports que se iban dejando caer por allí.

Pronto me vino a la mente mi propio yo de los 90, en cualquiera de los muchos partidos o entrenamientos de mi equipo de fútbol favorito a los que acudía, animando a los jugadores o esperando tras el entrenamiento para pedir autógrafos, pero nunca pensé que esta imagen pudiera repetirse haciendo algo parecido con jugadores de videojuegos. Quizá para un aficionado al videojuego clásico sea complicado de asimilar, pero es una tendencia ya imparable y a la que tenemos que irnos acostumbrando.

Cabe destacar que, dentro de este tipo de competiciones, se han hecho hueco juegos más “clásicos” como pueden ser Gran Turismo, aunque sin lugar a dudas uno de los más exitosos a nivel internacional es el famoso League of Legends. Por pura curiosidad, me dejé caer en uno de los torneos que se organizaban de este famoso título, y fue cuando pude darme cuenta definitivamente del cambio generacional que ha tenido lugar en el sector. En un imponente escenario, con cientos de sillas frente a el, un público entregado (compuesto esencialmente por adolescentes y jóvenes que apenas superarían la veintena) aplaudía jugadas o maniobras por parte de los competidores que se escapaban completamente a mi comprensión. En ese momento me sentí un extraño en mi propio mundo, ni más ni menos que un ignorante entre una masa que disfrutaba viendo como otros juegan.

Sí, lo se, muchos pensarán que esto de ver jugar a la gente guarda cierta similitud a cuando, en la añorada época de los salones arcade, muchos nos agolpábamos detrás de los chicos que con maestría conseguían las mejores puntuaciones en nuestro mueble favorito para descubrir sus secretos o, simple y llanamente, sentirnos parte del juego cuando no nos quedaban más monedas para gastar. Quizá sea eso, y sea la evolución del sector en el mundo actual y los nuevos medios que la tecnología pone hoy a nuestra disposición, pero ha sido todo muy rápido y ha llegado apenas sin avisar.

Tras unos frustrantes minutos intentando descifrar las maniobras de los venerados gamers que se batían en duelo sobre el escenario, huí de la zona de competición y me dirigí a un lugar donde me sentía bastante más cómodo, la zona dedicada a las máquinas arcade. Cual fue mi sorpresa al encontrarme allí con varios chicos pertenecientes a uno de los más reputados equipos que se daban cita en los torneos, probando varios títulos clásicos de los salones recreativos. No pude evitar mirar de reojo a ver qué tal se defendían con juegos de la vieja escuela, y como muchos os estaréis imaginando, no se les daba del todo bien.

Fue Snow Bros el juego elegido y que por momentos parecía desesperarles (y eso que desde luego, la mecánica del famoso juego de los hermanos Nick & Tom es bastante más sencilla que cualquier juego actual). Tras abandonar la máquina con cierto desprecio, cogí el joystick para una vez más volver a disfrutar de uno de mis juegos favoritos, y varios de estos chicos decidieron quedarse a curiosear. Por un momento me sentí como un youtuber aleccionando a la chavalería. Desde luego, no podemos generalizar, y aprovecho para recordar que el año pasado fue precisamente un chico de apenas 16 años quien ganó el campeonato del mundo de Tetris, no todo está perdido.

Otro dato curioso es ver como cada vez son más los youtubers o famosos jugadores que regentan su canal en twitch que acuden como ponentes o estrellas invitadas a este tipo de ferias, y el revuelo que generan entre los asistentes es muy destacable. Y ojo, algo que he aprendido, es que no hay que ser necesariamente un buen jugador para conseguir la fama en este tipo de plataformas. Los factores que influyen son de lo más variopinto.

Siguiendo con el tema de los streamers o la visualización de videos en internet o redes sociales, no es ya extraño ver a hijos o sobrinos enganchados al teléfono móvil visualizando videos de todos estos juegos a los que en ocasiones nunca han jugado pero ya se conocen al milímetro. Muchos de estos niños, con apenas 5 o 6 años, ya juegan a videojuegos en el smartphone de sus padres o hermanos mayores sin ningún tipo de control, exponiéndose a los peligros que conlleva dejar que se adentren en el mundo del juego online, además de crearse una imagen idolatrada o alejada de la realidad de todos estos youtubers a los que siguen.

Se que todas estas reflexiones a muchos os pueden sonar a las historias del abuelo cebolleta, lógicamente, es mi opinión personal y no todos han de estar de acuerdo con ella, pero creo que la brecha generacional entre los jugadores de la vieja escuela y todos estos nuevos jugadores se hará cada vez más grande. Esto no quiere decir que yo mismo no disfrute de muchos juegos actuales, nada más lejos de la realidad, pero si que es verdad por norma general somos muchos los que tendemos a ir a por los juegos que podemos considerar la evolución de lo que hemos jugado años atrás.

Como siempre me gusta hablar de las cosas con cierto criterio, y aún asombrado por el incontestable éxito de Fortnite, me decidí a instalarlo en mi PS4 para ver de primera mano si es tan bueno como sus cifras parecen avalar. Como ya os he comentado, no sólo juego a títulos clásicos, y me desenvuelvo con soltura en juegos actuales. Tras varias rondas y mis primeras bajas, he de reconocer que el juego tiene su punto, aunque no le termino de ver la gracia como para justificar el éxito cosechado, quizá su mejor baza sea el que se trata de un juego gratuito (o lo que se conoce como free to play, que nos ofrece compras dentro del propio juego) lo que facilita mucho su acceso al mismo, así como la multitud de plataformas para las que está disponible.

Tras un rato jugando, y comenzar a aburrirme, decidí apagar mi PS4 y encender mi querida Game Boy Advance, insertar el cartucho de mi adorado Super Ghouls ’n Ghosts y volver, una vez más (y ya he perdido la cuenta) a ayudar a mi amigo Sir Arthur a rescatar a la buena de la princesa Guinevere. No se que tiene este juego, que tras casi 20 años nunca me aburre y siempre tengo ganas de volver a jugarlo. ¿Podremos decir lo mismo de Fortnite dentro de 20 años? habrá que esperar para verlo, mientras tanto, sigamos disfrutando del pasado, presente y futuro de los videojuegos, sea cual sea.

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Bueno, cuando todo esto era todavía campo, hablo de 2000-2003, en Países como Korea ya se llenaban estadios enteros con competiciones de juegos, y los jugadores eran estrellas cobrando millones como aquí los jugadores de fútbol

Era cuestión de tiempo y dinero que al final se extendiera por Europa

Es curioso y esto parece que mucha gente no lo sabe, pero Fortnite fue un fracaso como juego, nadie lo quería jugar. No fue hasta que le metieron la modalidad de Battle Royale y una inversión en Marketing brutalisima cuando empezó a subir como la espuma. Os acordáis de los jugadores de fútbol haciendo los bailecitos cuando metían gol y demás? Pues lógicamente todo eso estaba muy bien pagado

Por lo demás, yo creo que todo va a tener su hueco, y nada va a sustituir nada. Los eSports por una parte, los juegos tradicionales, la VR… siempre habrá un trozo de pastel para cada uno

A saber lo que pasará con las generaciones futuras, hay que centrarse y disfrutar del ahora. Lo mejor es que hoy día hay infinitas posibilidades, puedes jugar a lo que quieras y como quieras. Si quieres competir, compite, si quieres jugar retro, juega retro. Hay para todos los gustos

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La reflexión no va tanto por el, por ejemplo, auge de los eSports, que me parece genial (competiciones de juegos se han hecho toda la vida, yo mismo participé en el primer campeonato de España de Pokémon, allá por los años 90) Si no las palpables diferencias que, personalmente, empiezo a notar entre las diferentes generaciones de jugadores, en cómo unos y otros disfrutamos de nuestro hobby.

Lógicamente, es mi opinión, la idea es conocer las vuestras y ver si soy yo el que estoy “fuerísima” como dicen ahora los chavales o es una opinión generalizada. Serán los años, que no perdonan :slight_smile:

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Yo ya he comentado este mismo tema con amigos y otros foros,que Fortnite sea uno de los juegos estrella de esta generación me parece triste. Un juego que al menos para mí que ya supero los 40 años no me aporta nada de nada y al que juegan todos los hijos de mis amigos(todos tienen menos de 12 años),que venda millones de euros en tarjetas de packs de armas y polladas de esas,demuestra que los jugadores de ahora no han conocido ni conocerán lo que es un videojuego de calidad, un videojuego que te marque de por vida. Un ejemplo demoledor y que me hundió hace unos meses:un compañero de trabajo quería deshacerse de una ps2 y conociendo mi afición me la regaló. Pues yo todo ilusionado se la monté a mi sobrino de 13 años y le presté el Devil May Cry y God of War. Al día siguiente me devolvió la consola y los dos juegos diciendo que eran muy aburridos. Éste es el nivel de exigencia de los jugadores de esta generación, jugadores que prefieren Fortnite,Minecraft a un resident evil o un god of war. Yo solo digo que solo tengo 8 juegos de ps4 y uno de Xbox One. Los jugadores de ahora se están criando con juegos muy mediocres,con desarrolladoras que pagan millonadas a los youtubers de moda para que jueguen horas y horas a sus juegos kk porque saben que la mayoría de chavales de entre 12 y 17 años pasan horas viendo a estos tíos gritando y haciendo el pamplinas.

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Tampoco creo que debas ser tan derrotista. Claro que hay una ingente cantidad de chavales que se dedican a jugar a Fortnite y no les interesa nada más, pero es lógico que entren a los videojuegos por el camino más “viral” y por aquello de lo que se hable en la escuela y en su entorno en general.

No creo que haya tanta diferencia de antes y ahora. A mí siempre me han gustado los videojuegos, pero entré por ellos a través de mi Game Boy Color y mi Pokémon Azul, porque era lo viral en el momento y de lo que más disfrutabas con tus amigos. Y estuve varios años solo con Pokémon y sin interesarme mucho nada más, pero con el tiempo tienes unos gustos más amplios, ganas destreza, maduras y pruebas más juegos.
Por supuesto que a muchos chavales solo les interesará el Fortnite y ya, igual que hay mucha gente ahora que solo se compra el FIFA cada año, pero no creo que eso implique que en el futuro no haya una gran base de personas que disfruten con videojuegos con un enfoque tradicional.

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El fortnite de hoy es el Call of duty de hace 10 años, el Fifa de hace 20 o el Street Fighter de hace 30. Juegos de masas que triunfan entre adolescentes y gente joven, que después pasan de moda y empiezan a caer en ventas para hacer hueco a la próxima moda. A mí no me parece nada alarmante, solo una fase más, cada una con sus diferencias, aunque todas ellas tienen algo en común: te retan a ser “el mejor del barrio”.

En cuanto al éxito de los streamers, creo que tú mismo lo has definido bastante bien. Los videojuegos se pueden disfrutar de varias maneras y algunas no requieren que seas tú el que juega. A mí esto me parece algo a celebrar, porque al final significa que es más gente la que entra a este mundillo. Hay que tener en cuenta que muchos han tenido éxito no por ser jugadores expertos, sino por transmitir sus sensaciones al público, como aquel sudamericano que jugaba al Amnesia hace años y chillaba de terror XD

A mí personalmente me parece un auténtico sopor ver jugar a cualquier youtuber, incluido Virtua, porque no me aporta nada y porque sé que si quiero experimentar ese juego, lo disfrutaré más jugando yo XD Menos entiendo aún a la gente que paga suscripción para ver a alguien jugar, dinero que podría invertirse en comprar juegos, pero en fin. Que cada uno gaste el dinero como quiera.

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Pues no los conoceran porque no quieren, encima hoy es mas fasil que nunca jugar a cualquier cosa de la psx2 para atras

Ver a mi hijo mirando como jugaban otras personas a juegos que el tenia ahi en su cuarto o a juegos que no habia jugado y verse un gameplay entero antes de comprarselo… Voy a parar porque me pongo a llorar :cry:

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Pues hombre, lo de ver jugar a alguien puede ser por muchos motivos:

  • Ver la experiencia del juego antes de comprarlo, buscar las partes de la historia para seguir la trama porque no te interesa pasártelo pero tienes curiosidad por la historia, etc. Verlo en modo espectador como si fuese una película.

  • Ver al guíen jugar como experiencia de conocimientos, alguien que sea por ejemplo experto en un juego y vaya comentando todo del mismo. De dónde viene el nombre de tal arma, si este personaje es un descarte de otro proyecto, que si este escenario está basado en tal cuadro de la vida real… Ver un documental de tu juego favorito.

  • Ver jugar a alguien como deporte. Al igual que todos podemos salir a la calle a jugar con el balón y no es lo mismo que ver una final Barca-Madrid, no es lo mismo ponerme yo a pasarme un Mario que ver un speedrunner o ver a un Dios del Mario Maker pasarse niveles que parecen imposibles. Vamos, yo ni siquiera tengo Switch y estoy enganchado a un tío que se llama JC The Champ que verle jugar es como si el fuese extraterrestre.

Hay mil motivos para ver a alguien jugar. Hasta de chavales yo he ido a casa de mis amigos a verles echar unas partidas si el juego era de un solo jugador porque me interesaba ver la historia, disfrutar del juego, etc.

Fornite es algo marginal en la historia, que quedará como un superventas pero no trascenderá. Ha pasado mil veces en la historia en cualquier arte. No se dejan de hacer pelis buenas porque haya Fast and Furius o Transformers, o no deja de haber discos increíbles de música todos los años porque exista David Bustamante y sus discos de platino.

El futuro de los videojuegos es brillante, no seáis agoreros.

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Quizás nosotros también lo habríamos hecho de haber nacido con ello…

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Yo odiaba ver a la gente jugar a la consola jajajaja no creo que me pasase, pero quien sabe?

Yo con 15 años iba al cyber a jugar al Unreal Tournament o al Quake y me lo pasa pipa con los amigos y haciendo LANs. En aquella época no había internet y era la única manera. Reunirse y jugar a shooters es cultura de PC desde hace 20 años. Fortnite no ha inventado nada

Ahora que está todo masificado, e internet lo tiene hasta el apuntador, pues son las nuevas formas de jugar

A mi no me preocupa que Fortnite esté ahí siendo un éxito, realmente nos viene bien como jugadores, porque la industria crece. Me preocupa más que esté llegando a gente tan joven, niños de 9-10 años que no están para nada formados y que no entienden lo que están haciendo. Pero bueno eso es otra historia

Por ejemplo, ahora mismo se está celebrando durante este fin de semana el EVO 2020. ¿Nadie lo está viendo de aquí del foro? Joder, yo me lo trago todos los años enterito. Es una pasada ver gente de ese nivel darse esas ensaladas de hostias. La final de Tekken, Street Fighter e Injustice del año pasado son gloria bendita.

Gente al maximo nivel jugando con una habilidad increible. Los mejores del mundo. Ademas, yo que soy fan de los juegos de lucha, aprendo un montón de tecnicas y trucos impresionantes que luego intento poner en practica. Me chifla.

Para mí este es un momento legendario en la historia de los videojuegos, ojala haberlo podido ver en directo…

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Jaja :joy: Luego le explicas al psicólogo el motivo de tu depresión: “mi hijo aborrece los clásicos de los 32 bits”

Me gustó tu reflexión. Nosotros fuimos curtidos con una cantidad limitada de videojuegos, información y facilidades. Tener un juego era difícil. Jugarlo era muy difícil. Si querías informarte sobre juegos y conocer novedades, tenías que hacer guardia en los kioskos a esperar que llegara la súper juegos o hobby consolas y gastar tu dinero. Todo eso fueron rituales de sacrificio que conllevaban un premio. Como si fuéramosA hombres del neolítico luchando contra animales para luego conseguir un ansiado trozo de carne (cómo debían disfrutar los cabrones). En cambio nosotros estamos saturados de calorías y comer es algo sin importancia, aunk nos guste

Qué sacrificio hace un niño-púber de hoy? Está saturado de informAción. En su móvil hay juegos a patadas. Haciendo un símil, son obesos mórbidos hipersaciados que comen con asco una última galleta untada de nocilla

Ya no por Fortnite ni juegos del estilo, pero habiendo visto prácticamente el nacimiento del videojuego tanto en salones recreativos, bares, etc, y en formato doméstico, todos, vamos, un porcentaje máximo diría yo, eran juegos a los que todo el mundo deseaba jugar.

Unos títulos que jugados en recreativas se deseaban posteriormente jugar en casa lo más similar posible en base a las consolas del momento, pero hoy por hoy, desde luego que también existe una buena cantidad de buenos viideojuegos, ya no generan el interés que tanto generaron como digo, prácticamente todos y cada uno de ellos.

Hoy por hoy muchos se tornan abrurridos, repetitivos, carentes de magia, de un guión como se suele dar en las películas. No llenan, son cortos, son fáciles, con excepción de las reglas.

Yo desde luego estos juegos de e-sports los veo fríos, no me atraen en absoluto, pero vamos, igual es que la sociedad se ha vuelto así sobre todo la más jóven y qe además con tanto avance tecnológico se dedican a precisamente lo mencionado por el compañero, Youtube como el rincón de evasión, influyendo bastante más de lo que se desearía.

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