Benidorm es el pueblo que se convirtió en ciudad y la ciudad que nunca ha dejado de ser un pueblo. La segunda ciudad del mundo con más rascacielos por metro cuadrado detrás de Nueva York es el lugar idóneo para que una sala de recreativas sobreviva gracias a la afluencia de turismo masivo.
Por lo menos hasta la pandemia.
He aquí un pequeño homenaje a los salones árcade de la ciudad que nunca duerme, las que cerraron puerta en los 00’s, las que aguantaron hasta morir en la pandemia y las que siguen y miran al futuro.
Las que se fueron siendo jovenes
En los años 70 Benidorm ya era potencialmente turística y algunos empresarios vieron como los minigolfs y los billares con futbolines y máquinas de pinball eran una atracción para que los visitantes se dejarán la pasta, es asi como surgieron las primeras salas.
El otro mundo de Jaime
Con este singular nombre abrió en los años 70 una sala recreativa que contaba con bar, club de billar y un enorme espacio repleto de máquinas (pinball al principio, arcades hasta el final) el enorme semisotano (más de 400 metros cuadrados) hizo las delicias de varias generaciónes, hasta casi el 2010 que pasó a ser parte de un supermercado Consum.
El otro mundo de Jaime, años 70.
Bajar las escaleras desde la avenida Ruzafa te llevaba a otro mundo, ¡vaya que si!, son incontables las máquinas que pasaron por allí, las de lucha entre mis favoritas, recuerdo mortal kombat 3, tekken 3 y Street Fighter alpha, pero habían muchas, muchas más.
Sala Montecasino
En un barrio del centro, cerca de la iglesia Buen Pastor y de la plaza España (muy concurrida en los 90 por gente de mala vida) se encontraba esta sala ocupando toda una esquina acristalada que se veía repleta de máquinas arcade como si de un enorme acuario se tratara. Claro que en vez de peces, había aficionados a los videojuegos. Hasta mediados de los 00’s podías entrar a disfrutar de máquinas míticas como Gi-joe, puzzle bubble, Tant-r puzzle, Saturday night slam masters, Olimpic games, y otras más. También contaba con futbolines y acceso directo al bar.
Salón Pinky
Con el nombre de un fantasma del Pacman, este salón arcade fue glorioso sobretodo en los 90. Juegos como Metal Slug, The Outfoxies, Pang 3, Neo turf masters, Virtua Tennis y otros más se contaban en su colección, tenía bar y la mitad del local dedicado a máquinas tragaperras.
Este salón en realidad no murió, pero se transformó quitando los arcade y ocupando el lugar al completo por tragaperras y más adelante se convirtió en sala de apuestas.
Ese pequeño rincón en la trasera de un bar
Aunque no se podría llamar sala de recretivos propiamente dicho, en la céntrica y concurrida calle Tomás Ortuño, había un bar cuyo dueño tenía una excelente colección de máquinas arcade (alrededor de una docena) en la parte trasera de su local con acceso directo desde la calle.
La mayoría de los juegos eran MVS de SNK como Hamerin Harry, Wind jammers, World heroes, King of fighters, aunque también recuerdo el mítico Final Fight de capcom.
Hubieron muchas más salas que aparecieron y desaparecieron en los 90’s como “Los almendros” en la avenida del mismo nombre, “Don quijote” en la calle Mallorca, “New life” entre la calle maravall y la av. Jaime 1, y una enorme sala colapsada de mala gente de cuyo nombre no me acuerdo en la calle Gambo. (Me recordó mi hermano que se llamaba Salón Astoria).
Lo que queda del salón “Don Quijote”.
La sala que murió por covid
“Las máquinas blancas” llamada así por el color de la mayoría de sus muebles, llegó con orgullo hasta el 2020, gracias a su mini golf adyacente y a su gran repertorio de máquinas “viejas” y nuevas. Por desgracia, el virus la debilitó… hasta su inevitable muerte.
Estar en la Avenida Mediterráneo cerca de la zona de gran afluencia de turismo británico la mantuvo sana hasta hace apenas un año.
Tocada por el virus. Sin respirador.
Siempre estará en la memoria de los que jugamos tanto alli: Snow bros, house of death, virtua cop 2, silent scope, Die hard arcade, Area 51…
Muerta… … y enterrada.
Las que siguen enfermas
Sala el Toro
Es difícil llamar sala o salón a un espacio que está al aire libre, eso sí, bajo carpa, y no está muy claro si un año a la intemperie y sin usar habrá sido bueno para las recreativas del centro “El toro” pero espero que vuelva a abrir sus puertas en algún momento.
Aunque no es de las que he visitado mucho, este espacio con mini golf y arcades se ha mantenido vigente gracias al turismo británico.
Esperemos que algún día alguien les quite la lona a estas recreativas y vuelvan a ver la luz del sol.
Bien tapadas, o casi.
Bolera Ozone
Comúnmente llamada “La bolera”, este sótano del principio de la avenida Mediterráneo lleva abierto desde los años 80, cuando contaba con múltiples futbolines, billares y árcades.
El más antiguo que recuerdo de aquí es el Robocop, pero antes de que yo tubiese edad para ir, ya estaba abarrotada de maquinitas.
La bolera abrió en plena pandemia, y hubo un brote con 8 infectados.
En su última etapa, aparte de la bolera, tenía bar y múltiples máquinas de esas que expenden tiqués para conseguir un premio por acumulación de puntos, aparte de las últimas máquinas árcade como Mario Kart, Jurasic Park, Alpine racer, Snowboarder o el divertidisimo Rapid racer.
¿Abrirá pronto?
Actualmente está en reformas, supuestamente, y esperamos que no tarde mucho en abrir (a pesar de que históricamente los dueños no tratan muy bien a los empleados).
Eso hay que desembalarlo ya.
El futuro
A la espera de que Benidorm vuelva a ser la ciudad mega turística que era antes de la pandemia, el futuro de los arcade se plantea incierto.
La mayoría de los hoteles conocedores de la atracción que causan los videojuegos entre los turistas más jóvenes optan por tener su propio rincón recreativo, aunque por desgracia, en su amplia mayoría consisten en ordenadores con emuladores, o televisores conectados a consolas de última (o penúltima) generación.
Eso si, unos pocos aún optan por tener alguna máquina recreativa original en su repertorio.
2 recreativas en el Robin Hood hotel
También hay en el mundo empresarial (lleno de tiburones) de Benidorm, quien con sus tretas dignas de juego de tronos, tiran para adelante y reforman los negocios para revitalizarlos conforme a los tiempos modernos.
Tal es el caso del histórico Festilandia recién inaugurado tras su remodelacion y después de haber estado un año cerrado.
Este mítico parque ahora cuenta con una zona de juegos interactivos y recreativas.
El “festi” renovado. ¿Hello kitty? No, ¡Hello Halo!
Aún quedaba un hueco para un pinball.
Curiosamente el parque infantil está justo al lado de la bolera Ozone, ¿marketing empresarial?, ¿Competencia desleal?, ¿Lucha de titanes?.
¿Que nos importa? Lo que prima es que cuántas más maquinas recreativas, mejor para nosotros!!!
