La mía si se pone protestona te planta un zurullo modo top secret y lo mismo te llevas una sorpresa al llegar a casa, aunque no es nada habitual. Lo de los sofás lo solucionó un colega poniendo unos rascadores en las esquinas y al parecer va fantástico.
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Ya es raro que un gato cague directamente en el suelo. Si lo hacen, generalmente, es porque la arena está sucia y no tienen más remedio. Pero sino es raro porque ellos les encanta eso de hacer su boquetito en la arena y después esconder su regalo. 
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Mi gata es un poco cabrona y nos ha llegado a dejar el regalito simplemente porque el pienso nuevo no le gustaba. Así de majo es el peluchito.
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Tal cual, mi gata cuando tiene la tierra sucia lo planta en la bañera 
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Pues mi gata, de tanta mudanza, se volvió un poco majara y lleva 7 años plantando sus mojones a un palmo de distancia del arenero. No hay forma de quitarle la costumbre. Ya he probado a cambiarle mil veces el arenero y su marca de arena, pero no hay manera. Eso sí, para los pises sí que lo usa.
En su caso el rascadores fundamental. Dos veces que lo he quitado por ahorrar espacio, son dos veces que me ha dejado su recuerdo en la tela del sofá.
Y sobre mascotas y videojuegos, yo tengo gato y perro y absolutamente nunca han tenido interés alguno por juguetear con mis cosas, salvo por lo que cuento más arriba han salido bastante educados.
Eso sí, y esta anécdota es “buena”: estuve un tiempo buscando una caja de PS3 Slim suelta por Wallapop para guardar la que tenía, y después de varios intentos localicé una que estaba perfecta. El vendedor me la entrego una noche en la calle y con algo de prisa, pero aparentemente sin problemas. Llego a casa, la dejo en una mesa y veo que mi gata se va directa a por ella. En realidad nada raro (Gatos 
Cajas). Pasado un rato me viene un olor horrible pero algo reconocible. Lo relaciono con la caja, me la acerco a la nariz y sorpresa: la caja olía a meado y tenía una mancha oscura en el fondo.
Resumen: el gato del dueño de la caja de PS3 se había meado dentro 
, así que a la basura y jodidos gatos, que puñeteros pueden ser!
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Tuve una gata igual, de la noche a la mañana se le cruzaron los cables y empezó a hacer eso que comentas. Y no hubo manera, es como si la arena de repente le empezase a dar asco
Pero como dices, orinar sí que lo hacía
Yo lo que hacía era poner estos “pañales” de perros o similar, que son así cuadrados y grandes, alrededor del arenero. Y bueno, al menos así la cosa quedaba un poco más higiénica xD
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Yo tengo un gato que cogí de la calle y no va al arenero porque la gata que tengo que tiene 7 meses va allí, y lo hace fuera, y me pone de los nervios, encima hace 3-4 días estaba en el jardín y se peleo con un gato y ahora esta cojo y todo el día echado en la cama, no se deja tocar ni nada como lo quieras levantar te hace polvo a mi me ha dejado sangrando varias veces y vino el veterinario y lo hizo polvo también, hasta me mordió y tuve que ir a pincharme porque tenia la mano casi azul …
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Buenooo, con el yorkshire actual una vez moví el sofá quedándose al ponerlo de nuevo en su lugar uno de los dos cables del teclado y mouse, que vamos, es que no sé ni cómo pudo adentrarse en el poco espacio de altura existente terminando por morderlo hasta partirlo, vamos, y el otro al ladito, juntos.
Cuando enecndí no iba el ratón, me volví tarumba hasta averiguar el porqué no funcionaba, ya que la conexión del cable alargador desde el Pc encontrándose en la terraza del salón junto con el segundo cable de extensión por detrás del armario del salón estaban perfectamente conectados, al igual que los procedentes del teclado y ratón, y como por debajo pensaba que estaban bien hasta no cerciorarme ¡menuda la sorpresa!
No perderos la última. Una partida al Pc con el mando de Xbox 360 y sin comprobar que en uno de los huecos del armario no lo había dejado el cable bien atrás ayer mismo me lo encontré partido.
Me comía al perrico, menos mal que tengo otros tantos y encima yendo la mar de bien pasará por el arreglo de un amigo en vernos.
Como decía, tengo unos cables a la vista y ni por asomo se acerca, en cambio este último fuera de su sitio y ala, a comérselo, desintegrarlo más bien.
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Mi Yorkie roía algunos cables, pero en general cualquier perro es relativamente fácil de educar para que no lo haga. Todo es cuestión de premios y castigos.
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En efecto, pero cuando no se ve ¿qué puedo hacer?
Aunque me dirijí hacia él con tono de enfado y enseñándole el cable y vamos si lo comprendió. Son muy listos y se hacen muy bien los tontos.
Saben más que cualquier experto en tal materia, vamos.
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Yo te puedo comentar lo que hacía mi iguana, pero no se si servirá mucho… Yo le pisaba la cola, con una fuerza que no era excesiva claro… Pero le molestaba, cada vez que se acercaba a los cables lo hacía, a las dos semanas o así ya no se arrimaba al cable porque sabía la que le iba a venir encima, no es lo mismo que un gato o un perro, creo que es peor 
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Me dieron este pequeño demonio de tasmania hace un par de semanas. A parte de cagar en el comedor, cosa que ya se le va quitando, de momento no se interesa por destruir cables ni aparatos. Tiene 2 meses. Veremos como sigue la película.
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Menuda monada.
Yo al mío lo adoro pese a haberme hecho algunos estragos, cosa que con los anteriores jamás hicieron salvo el anterior a éste último como algún intento que quiso hacer.
Los anteriores como perro “retro” entre los 80 y 90 por disfrutar conmigo y con mis amigos viendo la serie V y luego vicio al canto.
A acampadas a todas ellas que venía.
Prueba de ello.
El perro callejero que tuvo casa, vamos, estaba más tiempo fuera que en el piso.
Vigilando en el Citroën GS.
Trece añitos duró, sacrificado porque no le volviera a aparecer el tumor de próstata, de tanto divertirse con las perras. Este Buggy III fue el no va más, a Campello que se venía conmigo siguiéndome tras la bicicleta, ir y venir.
Un mezclijo de pastor alemán con doberman.
Estuvo un tiempo conviviendo con Kuka al que un amigo la llamaba ¡Kuka’s Flame! por el videojuego de Street Fighter.
Una canichita que se fue a los 17 años y nueve meses. Con un soplo en el corazón, habiéndola extirpado todas sus tetitas en sus últimos años. En fin, que menuda vida se pegó a lo grande.
Ocupó su lugar Bully, un canichito traído nunca mejor dicho de entre Pinto y Valdemoro.
Este perrico también fue adorable.
Bueno, lo son todos.
Nos duró quince años, el pobre estaba reventado y en uno de los saltos para ir a hacer sus necesidades reventó del todo quedándose sin poderse mover, moviendo la cola en el veterinario como diciendo quitarme de enmedio ya que no aguanto y demostrando su cariño hacia nosotros.
Luego estuvimos algo más de un año sin perros, no queríamos pasar por el sufrimiento que nos dejó, llorando a más no poder por el animalito, aunque con Kuka y Buggy tampoco fue una excepción, pero tanto como nos hizo este derramar lágrimas ninguno.
Por lo que a falta de canichito pues un Yorkshire, también llamado Bully (Bully II).
Creciendo.
Cuando se le cortó el pelo por primera vez parecía que habíamos cambiado el color a un coche, de negro a plata.
Ahí estaba, en su salsa.
Lástima que vino tocado, se fue de un ataque al hígado, el tercero que le dió con tan solo dos añitos.
El pobre dando vueltas en círculos tras andar por toda la casa incansablemente tropezándose con los rincones y mordiendo de rabia.
Murió en la cama quedándose tieso, tuve que hacer fuerza para ponerle la cabeza de manera normal para llevarlo al veterinario a poner la inyección, pero vamos, que estaba ya muerto pero respirando. Increíble.
Nos dejó tal vacío que este siguiente es el primer perrico que compramos con tal de no estar más de un día sin un animalito.
Lo queríamos igual para suplir esa pérdida.
Cómo no otro yorkshire y por supuesto también llamado Bully, Bully III en esta ocasión.
A día de hoy sigue con más contorsiones todavía, la niña del exorcista girando el cuello al completo no es nadie al lado de él.
Ahí lo tenéis, en sus trece.
Y bueno ¿lo dejamos en el taller de pintura? venga, vamos.
Estaría pensando ¿qué haces con tantos juegos?
El único de la urbanización que corre de manera olímpica por el césped, tal cual Buggy en sus tiempos mozos por la piscina en pleno verano.
Pasón de animalicos, me encantan los perros, diminutos, medianos y grandes.
Fieles, cariñosos, bordes, juguetones…
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Hermosas mascotas. Compañeros inigualables. Yo es el 1er perro que tengo (el que puse arriba). En realidad es la primera mascota real que tengo (he tenido hamsters, peces, tortugas, etc). Mi miedo realmente es ese, el de perderlo. Porque se que va a pasar. Un amigo me dice “no pienses asi, eso es pensar negativamente”. Pero no puedo evitarlo. Tal vez es mi manera de “prepararme” para cuando llegue el momento, en el tenerlo claro a diario que la vida es muy pasajera para estos bichos. En fin, no se como te lo tomas tu, pero seguro que cada vez que uno de estos amigos se va, es doloroso como la 1ra vez. Ojala tengas algun buen consejo para como sobrellevarlo ya que tu ya has pasado por esto varias veces por lo que veo. Saludos.
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Pues ni más ni menos que @nesbrewer como si se fuera un familiar. Se adentran tanto en uno que luego queda un inmenso vacío, con lo que de todas a todas hay que sobrellevarlo.
En nuestro caso ha sido el tener otro y aún así se siguen recordadndo, por mi parte todos los que hemos tenido, los mostrados en fotos.
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