Además, en las fotos parece que las consolas que se veían eran PS4 Slim y no PS4 Pro, por lo que es más probable que el propósito fuera otro que el de la minería de criptomonedas. Por lo visto, las consolas estaban siendo controladas por PC mediante unos bots y, al final, el objetivo era que cada consola tuviera su cuenta de FIFA Ultimate Team y farmearan monedas como condenados. Y cuando esas cuentas estuvieran llenas de monedas, las vendían.