Y aquí esta noticia de 1991, de Roger Penrose (Nobel 2020 de Física):
Al final los jugadores nos convertiremos en espectadores de máquinas que juegan entre sí en streaming mediante videojuegos que ellas mismas han creado usando IA. En ese momento, apagueremos todo y crearemos un salón de máquinas arcade, sin conexión a internet ni móviles. Y volveremos a jugar como Dios manda.
Falta ese contacto humano que había antes, ese olor a tabaco, ese griterio, jeje. Todo más entre amiguetes. Videojuegos creados por humanos para humanos.